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ORACION

ay tanto que hacer y cada quien tiene su propia tarea en la gesta de nuestro tiempo. Madre Santísima, intercede para que yo reciba la fuerza y el aliciente para cooperar con la gran tarea de cambiar este mundo nuestro poniendo mi grano de arena, que bien podría hacer la diferencia. Amén

martes, 29 de abril de 2014

Homilia para el Tercer Domingo de Pascua Ciclo A


Homilia para el Tercer Domingo de 

Pascua  Ciclo A



Entrada

Buenos noches, días, tardes:

Queridos hermanos, todavía no ha llegado Pentecostés y estamos en Pentecostés. Hoy veremos a Pedro presentarse junto a los Once, levantando la voz para gritarle al mundo que Cristo ha resucitado de entre los muertos y nos ha convertido en testigos de su resurrección. Cristo Jesús aceptó la muerte desde su fidelidad al ser humano y desde su fidelidad al Padre. Aceptó la muerte y la transformó para nosotros en vida, redención, resurrección... Les invito hermanos a ponerse de pie, mientras cantamos con entusiasmo para recibir a los ministros de la Eucaristía.


Primera lectura: Hechos 2,14.22-23 (No era posible que la muerte dominara a Jes£s)

No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio. San 


Pedro nos hablará con claridad y nos dará su testimonio sobre la 


Resurrección, de la cual nosotros somos testigos. Escuchemos.


Segunda lectura: I Pedro 1,17-21 (Han sido redimidos con la sangre de Cristo)

El Señor con su muerte y resurrección nos ha rescatado de nuestra estéril manera de vivir, no con bienes efímeros, sino a un precio muy caro, el precio de la sangre de Cristo. Con Cristo resucitado hemos pasado ya a la vida de Dios, a la Vida Eterna. Pongan mucha atención a esta exhortación de San Pedro.


Tercera lectura: Lucas 24, 13-35 (Le reconocieron al partir el pan)

El texto del Evangelio de hoy es exclusivo de san Lucas, el cual describe la experiencia de dos discípulos camino a Emaús; dos comentaristas solitarios de lo sucedido recientemente. Iban caminando tristes porque creían muerto a su rey. Jesús se le hace presente y camina con ellos, sin ser reconocido. El compañero desconocido entró en su casa y en sus vidas, bendijo, partió y dio el pan. La palabra se hizo comida, sacramento y el amigo visible se hizo invisible. De pie, por favor, para que entonemos jubilosos el Aleluya, antes de escuchar el mensaje evangélico de hoy.


Oraci¢n: Universal


  • 1. A cada invocaci¢n, respondan, por favor: “Qudate con nosotros, Señor”
    Por la Iglesia; para que, caminando al paso de
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