F

ORACION

ay tanto que hacer y cada quien tiene su propia tarea en la gesta de nuestro tiempo. Madre Santísima, intercede para que yo reciba la fuerza y el aliciente para cooperar con la gran tarea de cambiar este mundo nuestro poniendo mi grano de arena, que bien podría hacer la diferencia. Amén

miércoles, 23 de abril de 2014

CUANDO LA FALTA FE NOS HACE HUNDIR SUBAMOS A LA BARCA CON JESUS

CUANDO LA FALTA FE NOS HACE

 HUNDIR SUBAMOS A LA BARCA CON

 JESUS


Entonces Pedro le respondió: Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. Ven, dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste? En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!. MATEO 14:28-33

Muchas veces en nuestras vidas nos sentimos seguros en nuestro caminar y pensamos que nada va a provocar que nos caigamos o que nada nos va a derribar, pero en el menor de los problemas nos pasa como a Pedro, quien comenzó a caminar sobre las aguas de forma segura, pero cuando sintió temor comenzó a hundirse. Y entonces en ese momento nuestras fuerzas se van, nos hundimos en los problemas más y más, las respuestas no llegan a nuestra mente y nos sentimos atribulados, nuestros pensamientos se cierran y en vez de encontrar solución, dudamos de la fidelidad de Jesús, entonces él te dice toma mi mano, que poca FE tienes.
FE es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Si decimos que Fe es la certeza de lo que se espera, quiere decir que Dios ante tus problemas siempre te dará una solución, hay que saber esperar, si decimos que es la convicción de lo que no se ve, quiere decir que Dios trabaja en lo sobrenatural, en lo que nuestros ojos no pueden ver.
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Así es Dios cuando él se embarca en la barca de tus problemas, la tempestad se calma, todo vuelve con tranquilidad.
No sé cual sea ahora tu tormenta, o el desierto por el cual estés atravesando, solo te puedo decir que dejes que Jesús tome tu mano, suba a tu barca y calme tus problemas, pero hazlo con Fe y convicción.
Bendiciones,

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.