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ORACION

ay tanto que hacer y cada quien tiene su propia tarea en la gesta de nuestro tiempo. Madre Santísima, intercede para que yo reciba la fuerza y el aliciente para cooperar con la gran tarea de cambiar este mundo nuestro poniendo mi grano de arena, que bien podría hacer la diferencia. Amén

lunes, 27 de enero de 2014

Letanías

Letanías de la Santísima Virgen



La letanía es una rogativa o súplica que se hace a Dios con cierto orden, invocando la Santísima Trinidad, y poniendo por medianeros a Jesucristo, la Virgen y los Santos. Las letanías más antiguas después de las de los Santos (año 595) son las de la Santísima Virgen. Llámanse lauretanas o de Loreto, y fueron aprobadas por Sixto V en 1587.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos,
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros (*)
Santa Madre de Dios, (*)
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Jesucristo,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre Virgen,
Madre Incorrupta,
Madre Inmaculada,
Madre Amable,
Madre Admirable,
Madre del Buen Consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza, 
Virgen Poderosa, 
Virgen Clemente,
Virgen Fiel,
Espejo de Justicia,
Trono de la eterna sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual, 
Vaso de honor (1),
Vaso de insigne devoción,
Rosa Mística,
Torre de David,
Torre de marfil (2),
Casa de oro,
Arca de la Alianza (3),
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los Afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina llevada al cielo,
Reina del Santo Rosario, 
Reina de la Paz.
(1) Vaso de honor, que llevó el mejor de los licores, la Sangre preciosísima de Jesús.
(2) Torre de marfil, sólida y hermosa.
(3) Arca de la Alianza, que contiene a Jesús.

v/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo.
r/ .  Perdónanos, Señor.
v/.  Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
r/.   Escúchanos, Señor.
v/.   Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies nuestras súplicas en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros, Virgen Gloriosa y Bendita.
v/.  Ruega por nosotros , Santa Madre de Dios.
r/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo


Letanía de Nuestra Señora de Lourdes



Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo óyenos.
Jesucristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del Mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Virgen Santísima que, resplandeciente de belleza celestial, aparecistes muchas veces en la gruta de Lourdes, ruega por nosotros.

Señora nuestra, que recomendaste orásemos por la conversión de los pecadores,
Señora nuestra, que hiciste conocer que te sería agradable se visitase la gruta milagrosa,
Señora nuestra, que hiciste brotar allí una fuente de agua cristalina y milagrosa.
Señora nuestra, que escogiste entre todos tus privilegios , el de la Inmaculada Concepción para que sea allí especialmente honrado,
Señora nuestra, que te hiciste conocer diciendo: “Soy la Inmaculada Concepción”.
Señora nuestra, que obtienes la gracia de la conversión a los pecadores más obstinados,
Señora nuestra de Lourdes que fortaleces a los justos en ell camino de la virtud,
Señora nuestra, que alcanzas vista a los ciegos, salud a los enfermos, y el uso de los miembros a los paralíticos,
Señora nuestra, que más de una vez has ahuyentado la muerte próxima a herir a sus víctimas,
Señora nuestra, esperanza y sostén de los moribundos,
Señora nuestra, reina del cielo, ábrenos en nuestra muerte, las puertas de la Jerusalén celestial,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
R. Ruega por nosotros Virgen santa Inmaculada.
R. Para que seamos dignos de las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración: Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María, preparaste a tu Divino Hijo una digna morada; preservándola de toda mancha por los méritos de la Pasión prevista de ese mismo Hijo; Tú que has querido escoger la gruta de Lourdes para hacer allí honrar especialmente ese glorioso privilegio de tu Madre y demostrar la eficacia de sus ruegos, dígnate purificarnos de nuestras manchas y hacernos llegar a tu reino, por los méritos de su intercesión. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén
Se previene que esta Letanía sólo puede rezarse en privado y  nunca en público.
A las invocaciones que siguen se repire: “ruega por nosotros”

Letanía al Buen Pastor




Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Pastor amoroso de las alma, defended, buen pastor, vuestro rebaño.
Pastor que das la vida por tu grey.
Pastor que das tu vida por mi vida.
Pastor que de perdido me has ganado.
Pastor que me reduces al camino.
Pastor que en vuestros hombros me cargaste.
Pastor que siempre velas por guardarme.
Pastor que dulcemente me apacientas.
Pastor que a mi sed das agua pura.
Pastor que eres el pastor y el pasto.
Pastor que me das silvos amorosos.
Pastor en cuyo báculo descanso.
Pastor que aun ofendido me buscaste.
Pastor que también eres cordero manso.
Pastor peregrino desde el cielo.
Pastor que a tu grey llevas a la gloria.
Pastor que por mí dejas noventinueve.
Pastor que como guía vas delante.
Pastor divino en hábito humano.
Pastor de cuya voz los leones tiemblan.
Pastor por quien vivo y por quien muero.
Pastor que ni una pierdes de tus ovejas.
Pastor más valeroso que David.
Pastor más inocente que Abel.
Pastor más amante que Jacob.
Pastor más discreto que José
Pastor más compasivo que Jonás.
Pastor más vigilante que Amós.
Pastor más sublimado que Isaac.
Pastor que no tienes semejante.
Pastor el mejor de los pastores.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.

Cristo óyenos.
Cristo escúchanos

Oremos: Dios que sublimaste al mundo con la humildad de tu hijo, concede perpetua alegría a tus fieles, para que logren los gozos eternos aquellos a quienes libraste de la muerte eterna; por el mismo Jesucristo nuestro Señor que contigo y con el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
A cada invocación se responde “Defended, buen pastor, vuestro rebaño”.

Letanías reparadoras al Inmaculado Corazón de María



¡Oh Madre nuestra dulcísima! Permite por piedad que nosotros tus devotos hijos, unidos en un solo pensamiento de veneración y amor, vengamos a reparar las horrendas ofensas que cometen contra Ti tantos desventurados que no conocen el paraíso de bondad y de misericordia de tu corazón maternal.
De la horribles ofensas que se cometen contra tu dulcísimo Jesús, te consolaremos oh María .
De la espada de dolor que hijos degenerados quieren nuevamente clavar en tu corazón maternal, te consolaremos oh María. 
De las blasfemias nefandas que se vomitan contra tu purísimo y santísimo nombre, te consolaremos oh María.
De las infames negaciones que se hacen de tus privilegios y de tus glorias más excelsas, te consolaremos oh María.
De los insultos que los protestantes y otros herejes lanzan contra tu culto dulcísimo, te consolaremos oh María.
De las sacrílegas afrentas que los impíos cometen contra tus carísimas imágenes, te consolaremos oh María.
De las profanaciones que se cometen en tus santuarios, te consolaremos oh María.
De las ofensas contra la virtud angelical que en Ti se personifica, te consolaremos oh María.
De los ultrajes que se cometen con las modas perversas, contra la dignidad de la mujer, por Ti reivindicada y santificada, te consolaremos oh María.
De los horrendos delitos con que se aparta a los inocentes de tu seno maternal, te consolaremos oh María.
De las incomprensiones de tus derechos divinamente maternales, por parte de tantas madres, te consolaremos oh María.
De las ingratitudes de tantos hijos a tus gracias bellas, te consolaremos oh María.
De la frialdad de tantos corazones frente a tus ternuras maternales, te consolaremos oh María.
Del desprecio de tus invitaciones de amor, te consolaremos oh María.
De la cruel indiferencia de tantos corazones, te consolaremos oh María.
De tus lágrimas maternales, te consolaremos oh María.
De las angustias de tu dulcísimo corazón, te consolaremos, oh María.
De las agonías de tu alma santísima en tantos Calvarios, te consolaremos oh María.
De tus suspiros de amor, te consolaremos oh María.
Del martirio que te ocasiona la pérdida de tantas almas redimidas por la sangre de tu Jesús y por tus lágrimas, te consolaremos oh María.
De los horrendos atentados que se cometen contra tu Jesús, que vive en su Vicario y en sus sacerdotes, te consolaremos oh  María.
De la conjuración infernal contra la vida de tu Jesús en su Iglesia, te consolaremos oh María.
¡Oh Madre santa dulcísima, que en el heroísmo de tu amor maternal, al pie de la cruz, rogaste por aquellos crueles que martirizaban tan atrozmente a tu amado Hijo Jesús y desgarraban tu Corazón ternísimo! Ten piedad de todos los desventurados e indignos que te ofenden; haz que ellos también puedan ser acogidos en tu seno maternal, purificados por tus lágrimas benditas, y admitidos a gozar los frutos estupendos de tu maternal misericordia. Amén.

Jaculatoria: Santa María, líbranos de las penas del infierno. (preces 277).

Letanías de la Preciosa Sangre


Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espiritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Sangre de Cristo, hijo único del Padre Eterno, sálvanos 
Sanfre de Cristo, Verno encarnado,
Sangre de Cristo, Nuevo y Antiguo Testamento,
Sangre de Cristo, derramada sobre la tierra durante su agonía,
Sangre de Cristo, vertida en la flagelación.
Sangre de Cristo, que emanó de la corona de espinas,
Sangre de Cristo, derramada sobre la Cruz,
Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación,
Sangre de Cristo, sin la cual no puede haber remisión,
Sangre de Cristo, alimento eucarístico y purificación de las almas,
Sangre de Cristo, manantial de misericordia,
Sangre de Cristo, victoria sobre los demonios,
Sangre de Cristo, fuerza de los mártires,
Sangre de Cristo, virtud de los confesores,
Sangre de Cristo, fuente de virginidad,
Sangre de Cristo sostén de los que están en peligro.
Sangre de Cristo, alivio de los que sufren,
Sangre de Cristo, consolación en las penas,
Sangre de Cristo, espíritu de los penitentes,
Sangre de Cristo, auxilio de los moribundos,
Sangre de Cristo, paz y dulzura de los corazones,
Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna, 
Sangre de Cristo que libera a las almas del Purgatorio,
Sangre de Cristo, digna de todo honor y de toda gloria,

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V.- Nos rescataste, Señor, por tu Sangre.
R.- E hiciste nuestro el reino de los cielos.

Oremos: Dios Eterno y Todopoderoso que constituíste a tu hijo único Redentor del mundo, y que quisiste ser apaciguado por su sangre, haz que venerando el precio de nuestra salvación y estando protegidos por él sobre la tierra contra los males de esta vida, recojamos la recompensa eterna en el Cielo. 
Por Jescucristo Nuestro Señor. Amén

A cada invocación, se responde “Sálvanos”

Letanías a la dulcísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo



Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Sangre preciosa por mi amor vertida, purifica mi alma de toda malicia.
Sangre redentora, vida de mi vida.
Sangre derramada por las culpas mías.
Sangre rubicunda, de estima infinita.
Sangre, que llorando, mi Jesús vertía.
Sangre, que en las lágrimas, hilo a hilo corrías.
Sangre que te viste de hombres abatida.
Sangre que brotaron de agudas espinas.
Sangre que arrastrada fuiste y escupida.
Sangre que vertieron manos atrevidas.
Sangre del costado en la cruel herida.
Sangre dulce y suave, humana y divina.
Sangre con que aplacas tu justísima ira.
Sangre consagrada en hostia pacífica.
Sangre sin doblez, sangre inocentísima.
Sangre con que borras la escritura antigua.
Sangre en cinco pórticos de mejor piscina.
Sangre de mi amante, sangre amabilísima.
Sangre que te ofreces por quien más te pisa
Sangre que nutrió la dulce María.
Sangre siempre pronta a curar heridas.
Sangre en que se funda la esperanza mía.
Sangre que recauda la oveja perdida.
Sangre liberal, sangre agradecida.
Sangre encendedora de almas tibias.
Sangre que haces fuerte al que en ti medita.
Sangre santa, pura, amable y bendita.
Sangre que estremece a la sierpe maldita.
Sangre de mi alma, sangre de mi vida.
Sangre tú me salvas, tu me lavas y me limpias.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Cristo óyenos.
Cristo escúchanos

Oremos: Omnipotente y sempiterno Dios, que con la sangre de tu Hijo quisiste ser aplacado, y que nosotros fuésemos redimidos: rogámoste que nos concedas de tal suerte hacer memoria del precio de nuestra salvación, que podamos en esta vida conseguir el perdón, y en la eternidad el premio de la gloria: por el mismo Jesucristo Señor Nuestro, tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
A cada invocación se repite “Purifica mi alma de toda malicia”

Letanías de San José




Señor, ten misericordia de nosotros 
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros. 
Cristo óyenos. 
Cristo escúchanos. 
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David,  ruega por nosotros.    
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.    
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.    
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.    
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.    
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.    
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.    
José, justísimo, ruega por nosotros.    
José, castísimo, ruega por nosotros.    
José, prudentísimo, ruega por nosotros.    
José, valentísimo, ruega por nosotros.    
José, fidelísimo, ruega por nosotros.    
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.    
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.    
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.    
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.    
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.    
Sostén de las familias, ruega por nosotros.    
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.    
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.    
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.    
Terror de los demonios, ruega por nosotros.    
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.    
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Le estableció señor de su casa.
R.- Y jefe de toda su hacienda.

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén


Letanías de la Voluntad de Dios



Señor, ten piedad de nosotros.
Padre celestial, que tu Voluntad se cumpla en la tierra como en el cielo.
Verbo divino, que tu Voluntad se cumpla en la tierra como en el cielo.
Espíritu Santo, que tu Voluntad se cumpla en la tierra como en el cielo.
Adorable Trinidad, que tu Voluntad se cumpla en la tierra como en el cielo.
Voluntad de Dios, infinitamente santo, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios infinitamente perfecta, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, infinitamente recta, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, impenetrable en tus decretos, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, infinitamente adorable, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, todopoderosa, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, que haces todo con sabiduría, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, ocupación eterna de los santos, reina soberanamente sobre nosotros.
Volunta de Dios, alimento de todas las almas justas, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, amor de los corazones fieles, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios que premias todas las cosas, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, medida del mérito y del premio de nuestras obras, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, alegría y delicia de nuestras almas, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, nuestra fuerza y nuestra seguridad, reina soberanamente sobre nosotros
Voluntad de Dios, nuestra consolación y nuestro reposo, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, remedio a nuestros males y a las penas de esta vida, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, nuestra esperanza y sostén en la muerte, reina soberanamente sobre nosotros.
Voluntad de Dios, cuyo reino es nuestro único fin, nuestra salvación, nuestra fidelidad, reina soberanamente sobre nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.

Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.

Oremos: Señor Dios Todopoderoso, soberanamente bueno e infinitamente sabio; por el mérito de la perfecta sumisión con la cual Cristo, nuestro Salvador, aceptó el cáliz de su Pasión; por la conformidad de su divina Madre a tu voluntad santa y por la perfecta obediencia de San José a todas tus órdenes: concédenos las gracia de cumplir en todas las cosas, y hasta el momento de nuestra vida, tu santísima, justísima y adorabilísima voluntad, tal como se cumple en el cielo. Amén.

Letanías del Sagrado Corazón de Jesús



Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros
Jesucristo óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno,
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, al Verbo de Dios substancialmente unido,
Corazón de Jesús, de majestad infinita,
Corazón de Jesús, Templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo,
Corazón de Jesús, Horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en que mora toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en que el Padre se agradó,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos nosotros hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y muy misericordioso,
Corazón de Jesús, liberal con todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
Corazón de Jesús, desgarrado por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, con lanza traspasado,
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor. 
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón.
R.- Haz nuestro corazón conforme al tuyo.

Oremos: Oh Dios todopoderoso y eterno: mira el Corazón de tu amantísimo Hijo y las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa; y concede aplacado el perdón a éstos que piden tu misericordia en el nombre de tu mismo Hijo Jesucristo. Quien contigo vive y reina en los siglos de los siglos. Amén.
A todas las invocaciones que siguen se responde: “Ten misericordia de nosotros”.


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